Catalá: «No daré ni un duro del Ayuntamiento a las entidades del catalanismo y sus listas negras»
La candidata del PP en Valencia propone una oficina antiokupas para informar a las comunidades de vecinos
Ribó da 25.000 euros a los espías del catalán para señalar a los comercios que atiendan en español
La ‘Bienal del Pensamiento’ de Ribó con Barcelona y Palma le cuesta 100.000 euros a los valencianos
La candidata del PP a la Alcaldía de Valencia, María José Catalá, quiere poner fin al mandato de unos «gobernantes que trabajan más para Ada Colau y para el Gobierno de Cataluña que para su propia tierra». Que la capital del Turia no se merece la degeneración que vive Barcelona, se le entiende alto y claro. Por ello, ya maneja todo un plan para revertir las nefastas políticas de los comuns que el nacionalista Joan Ribó, de Compromís, ha emulado en la otrora ciudad de la luz. Catalá desgrana en esta entrevista sus propuestas anti-okupación, de fomento de la vivienda, rebajas de impuestos y lucha contra lo que los soberanistas llaman «pancatanalismo».
PREGUNTA.- Puerto de Valencia, Puerto de Barcelona, ¿está siendo Joan Ribó el ariete de los independentistas catalanes contra los intereses de Valencia?
RESPUESTA.- Sin ninguna duda. Joan Ribó lo que está haciendo es ser la comparsa de Esquerra Republicana de Cataluña, que está, desde luego, poniendo palos en la rueda de la ampliación del puerto de Valencia, mientras capitanea la ampliación norte del puerto de Barcelona.
La gran diferencia es que la ampliación del puerto de Valencia es necesaria porque el 50% del PIB de España entra por el puerto de Valencia. Hoy somos líderes del transporte de mercancías en el Mediterráneo. Y, por tanto, que Joan Ribó, con la ayuda de Esquerra Republicana, boicotee su propia ciudad y su propio puerto, me parece un tema bastante grave. Viene un poco al hilo de lo que venimos hablando. La Copa América, también. ¿Por qué es beneficiosa para Ada Colau y Barcelona, pero es perjudicial para Valencia y para Joan Ribó? Nunca ha sabido contestarme a esa pregunta Joan Ribó. Y se lo he preguntado varias veces.
P.- Hace poco surgió el escándalo de las cartas electoralistas de la portavoz y candidata del Partido Socialista al Ayuntamiento de Valencia Sandra Gómez. ¿Son esas cartas electoralistas el signo de que el PSOE de Valencia está con el agua al cuello?
R.- Hay un nerviosismo bastante evidente del PSOE de Valencia. Yo creo que al final se nota mucho nervio y mucha tensión. Y lo cierto es que el uso de dinero público para hacer campaña me parece, desde luego, un verdadero despropósito.
Lo he vivido y lo he visto. Lo hemos visto a nivel de la Generalitat en medios internacionales, con artículos financiados. Lo hemos visto a nivel de la Generalitat también pagando a empresas de demoscopia para hacer encuestas que se pagan con dinero público, pero que se utilizan políticamente. Lo he visto el Ayuntamiento de Valencia, pagando también a empresas de seguimiento de redes que no se facilita a todos los grupos políticos. Y lo he visto, finalmente, con Sandra Gómez repartiendo cartas, cartas electoralistas, cuando ya estaban convocadas las elecciones. Me parece que el uso de dinero público para fines partidistas y para fines propios es un verdadero escándalo en la Comunidad Valenciana y en Valencia.
P.- María José Catalá lidera la lista del PP al Ayuntamiento de Valencia y a la Generalitat Valenciana, lo que significa que usted puede derrotar el 28 de mayo de una sola tacada a Ximo Puig y a Sandra Gómez. Uno para la Generalitat y otra para el Ayuntamiento de Valencia. ¿Cuál de las dos cree usted que va a ser la más complicada?
R.- ¡Uy!, no sé. Mi prioridad máxima, desde luego, es que el Ayuntamiento de Valencia cambie de color político y que Joan Ribó salga de este Ayuntamiento porque ya está bien de hacerle el trabajo a Ada Colau y que haya alguien en el despacho de Alcaldía que trabaja para los valencianos. Pero sí que es verdad que soy secretaria general del Partido Popular de la Comunidad Valenciana. Necesito a Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, para hacer viables todos los proyectos que tengo en la ciudad de Valencia: la L10, la apertura de Valencia al mar a través de culminar el cauce del río y tantas cuestiones que necesito. En cualquier caso, me conformo con pedir a todo el mundo que ponga las dos mismas papeletas en la urna. Que pongan las mismas para el Ayuntamiento, que para la Generalitat. Que busquen el nombre y que pongan las mismas dos papeletas en las dos urnas.
P.- La okupación siempre dice usted que es uno de los problemas más importantes de Valencia. ¿Cómo piensa combatirla como alcaldesa en el Partido Popular ?
R.- Hay varias medidas. El Gobierno de España tiene que volver a tipificar en el Código Penal la ocupación irregular de viviendas, de forma que se ampare mucho más al propietario y mucho menos al okupa. En este momento, todo beneficia al okupa y todo perjudica al propietario. Y eso, desde luego, para está fuera del marco de nuestra Constitución, que reconoce el derecho a la propiedad y que desde luego reconoce ese derecho que tienen los propietarios a tener seguridad jurídica.
«Ximo Puig también ha demostrado clarísimamente que empatiza y simpatiza con el catalanismo»
Creo, además, que nos tienen que habilitar a los ayuntamientos a hacer cuestiones básicas, como por ejemplo, modificar la normativa del impuesto de bienes inmuebles para que podamos devolver la contribución a aquellos propietarios que han sufrido ocupaciones irregulares y que han tenido que seguir pagando la contribución. Es injusto que me ocupen mi vivienda y encima yo tengo que pagar la contribución. A mí me gustaría poder devolver esa contribución y para eso, necesito que el Gobierno de España cambie la normativa del Impuesto de Bienes Inmuebles.
A nivel local, quiero poner una oficina antiokupas con información a todas las comunidades de vecinos, dar de baja en el padrón a las personas que están ocupando irregularmente una vivienda, porque me parece el colmo que encima pueden empadronarse en esa vivienda ocupada irregularmente, y poner en marcha una unidad especifica de Policía Local para desalojos y ocupaciones irregulares.
Todo eso es un plan muy completo que quiero desarrollar, porque la Comunidad Valenciana es la segunda autonomía con mayor número de ocupaciones y me preocupa mucho que estemos mandando un mensaje a los propietarios y a los okupas, que es que aquí hay una tolerancia absoluta a ese tipo de cuestiones y que aquí la persona no está segura en su propiedad.
P.- Se ha hablado mucho de la revolución fiscal de Carlos Mazón, pero no de la revolución fiscal, que es una revolución fiscal local, que es la de María José Catalá. ¿En qué consiste?
R.- Está alineada con la de Carlos Mazón, pero es verdad que es complementaria. Queremos bajar el 20% en el IBI a todos los valencianos y valencianas, especialmente al IBI de la actividad económica que genere puestos de trabajo en la ciudad. Queremos bajar el canon del agua, que ha subido más de un 100% en los últimos años, y el impuesto de vehículos de tracción mecánica. Queremos modificar el IAE también para ser atractivos a la inversión en esta ciudad y queremos bonificar, que es muy importante, el 95% de la plusvalía en casos de herencias y transmisiones de negocios familiares. Porque el impuesto a la muerte, que le solemos llamar, es un impuesto tremendamente injusto. Esto, unido con la eliminación o con la bonificación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones y el Impuesto de Patrimonio que plantea Carlos Mazón, me parece muy necesario.
Por poner un ejemplo: si eliminamos o modificamos al 95% la plusvalía municipal, una transmisión entre herederos de una vivienda de un valor catastral de unos 100.000 euros aproximadamente, que hoy le viene a suponer al heredero unos tres mil y pico euros, le pasaría a costar 200 euros. Es que yo creo que la persona merece que después de que su familia haya hecho el esfuerzo de con su patrimonio, con su trabajo, poder dejarles un pequeño piso, pues intentar ayudar a que esa transmisión sea factible y que no se produzca la cantidad de renuncias a herencias que se producen en esta ciudad y en esta Comunidad. Porque la gente no puede asumir esos impuestos. Es que eso me parece, desde luego, tremendo.
P.- ¿Puede prometer y prometer que acabará con los chiringuitos catalanistas en el Ayuntamiento de Valencia?
R.- Puedo prometer y prometer esto porque además lo tengo clarísimo. Quiero decir que mi presidente tiene una iniciativa, que para mí es muy interesante y que la hemos hablado mucho, que es no dar subvenciones públicas a aquellas entidades que no respetan nuestro Estatuto de Autonomía. Esto implica que el que no respete nuestra denominación, que no es en ningún caso països de nada, somos Comunidad Valenciana, el que no respete nuestra lengua, que es el valenciano y no es el catalán, y el que no respete nuestra cultura no tiene por que recibir un euro de dinero publico.
«Estoy planteando unas 1.800-2.000 viviendas de protección oficial en un plazo bastante corto»
A mí, esa modificación que va a hacer Carlos Mazón, me va a ayudar, y mucho, a que el Ayuntamiento de Valencia ya ni un duro a estas entidades, que son las entidades del pancatalanismo y que dedican ese dinero a señalar los comercios en los que se hablan en castellano, a señalar a los docentes universitarios que hablan y se expresan libremente en castellano, y a señalar y hacer listas negras que no deberían existir en esta tierra.
P.- ¿Han faltado Ribó y el PSOE al respeto de las señas de identidad valencianas con su tics, esa deriva catalanista de la que hablaba?
R.- Es que yo creo que Joan Ribó es, claramente, una persona alineada con el catalanismo. Es una persona que empatiza mucho con estas tesis , que evidentemente lo ha hecho toda la vida. Pero es que Ximo Puig, en su gestión como alcalde de Morella también ha demostrado clarísimamente que empatiza y simpatiza con el catalanismo, con esa entelequia intelectual que no existe, los països catalans, y, evidentemente, con una visión que no compartimos nada en el PP. Es una visión como si fuéramos inferiores. Y es que a mí me parece totalmente demencial que una tierra como ésta tenga unos gobernantes que trabajan más para Colau y para el Gobierno de Cataluña que para su propia tierra.
P.-¿Qué sensación le produce la ausencia Joan Ribó a los actos típicos de Valencia como los de la Virgen de los Desamparados?
R.- Al principio, me genera una sorpresa tremenda, porque yo soy municipalista de raza y desde siempre me ha dedicado a lo municipal y he visto alcaldes de todos los signos políticos, de izquierdas, de todos los partidos políticos, participar por respeto en las fiestas patronales, en los actos cívicos, en los actos lúdicos o al menos tener un poco de proximidad. Y de repente llegué a Valencia y me di cuenta que el alcalde no acude a la fiesta del patrón de la ciudad para nada, en absoluto.
Ya no le pedimos que entre a la Iglesia, sino ni siquiera en la calle, ni siquiera intentando dar las gracias a las entidades bizantinas que trabajan por esta ciudad. No acudió a la fiesta de la patrona de la ciudad, la Virgen de los Desamparados. No acudió a la fiesta del Corpus, no acudió a la fiesta de nada. No podía, ni siquiera, ir a la fiesta tradicional de bendición de animales de San Antonio Abad. Pero eso sí, ese mismo día sí iba a subir al balcón del Ayuntamiento a las Reinas Magas, que son una tradición republicana que sólo se hizo una vez en Valencia, con lo que de tradición no tiene nada, y a las que financia con 25.000 euros y suben al balcón del Ayuntamiento, cuando a los Reyes Magos no los sube al balcón. El sesgo es más que evidente.
P.- ¿Cómo piensa resolver el problema de la vivienda en Valencia?, ¿tiene usted un plan para la vivienda en Valencia?
R.- Por supuesto. Es que es un plan realista porque en los últimos ocho años el Partido Socialista gestionando Urbanismo y Compromís han hecho 14 viviendas de protección oficial en una ciudad como ésta, que es tercera capital de España, con lo cual los anuncios ahora de 2.000 y 3.000 y no sé cuantas mil viviendas no se sustentan por parte de alguien que durante ocho años solo ha hecho 14 viviendas.
Nosotros lo que planteamos es en todas las parcelas municipales del Ayuntamiento de Valencia empezar a construir vivienda. En ocho barrios distintos de la ciudad. Y conseguir, así, 1.032 viviendas de protección oficial para los jóvenes. Duplicar el presupuesto de ayudas al alquiler y pasar a 7 millones de euros de ayudas al alquiler, porque ahora mismo hay más de 500 personas que, cumpliendo con los requisitos, se quedan fuera de las ayudas por falta de presupuesto. Y, en tercer lugar, desarrollar urbanísticamente los proyectos urbanísticos que están pendientes y que tienen paralizados: el PAI del Grao, el PAI de Benimaclet y otras zonas de la ciudad, que van a dotar a la ciudad de 800 viviendas más de protección oficial.
Por lo tanto, estoy planteando unas 1.800-2.000 viviendas de protección oficial en un plazo bastante corto, con colaboración público-privada, desarrollando los planes urbanísticos que hay pendientes y, sobre todo, tomándome en serio el problema de la vivienda. Lo que no es serio es construir 14 viviendas en ocho años y venir ahora a explicarle a la gente que vas a construir mucha vivienda de protección oficial. La gente no es tonta y no se lo cree nadie.